Jenny Blandón y Cristian Torres

El afiche tiene un fondo negro que hace realzar la imagen y el mensaje que deseamos mostrar, fue dispuesto para dar un mensaje de luto por los animales que han sido maltratados y han perdido hasta su vida.

Al afiche se le ha dado una textura con la cara de un perro en blanco y negro, guardando una memoria de los perros que han sido víctimas de los abusos del hombre. Dicha textura, está dispuesta para dar un mensaje connotativo, ya que las personas que lo miren guardan relación con el gusto que le vean, como sucede cuando una persona quiere los perros, interpretara el mensaje a favor y con una sensibilidad más apropiada a nuestra campaña. La misma textura nos lleva a interpretar el abandono y el olvido que hemos desarrollado los humanos a la poca sensibilidad para con los animales, a los que hemos llevado a su extinción en muchos casos. Y aún más grave vivimos en un País en el que los niños observan a cientos de criaturas abandonadas caminando perdidas o sus cuerpos aplastados sobre el asfalto y ya no les conmueve esa estampa; en el que asisten a encierros, a capeas, a tradiciones con maltrato animal y están deseando tener la edad mínima exigida para clavarle lanzas a un toro o para perseguirlo y golpearlo con un tractor. La consecuencia lógica y previsible de los conceptos y valores que los niños interpretan como admisibles, y lo hacen así porque ese es el mensaje que les transmite la Sociedad y por lo tanto, del que se nutre su proceso educativo. La observación y la imitación son conductas fundamentales durante la infancia que ayudan a conformar el carácter de la criatura y que contribuyen a su peculiar discernimiento entre el bien y el mal. Haciendo de nuestra campaña educativa un proceso para concientizar un público en general tanto los niños como los adultos deben ser concientizados para que no permitan que esta crueldad siga pasando entre nuestra sociedad.

Al abordar el tema quisimos resaltar la imagen propia de un perro que ha sido víctima del abandono y el maltrato que las personas le han propiciado, tal fotografía cuenta con diversas funciones como lo son las de informar a la gente del grado de crueldad a la que hemos llegado, como lo es el maltrato animal de una forma menos amarillista pero con gran impacto. Representar tal barbarie, para dar a conocer los daños que podemos causarle a estos animales con nuestra imprudencia. Sorprender a todos aquellos que desconocen el nivel de maldad al que hemos llegado los seres humano creando conciencia en ellos, previniendo tal sufrimiento a muchos otros animales que pueden ser víctimas del maltrato y la negligencia de la gente. Y por último hacer significar el proceso del maltrato animal que se cierne en nuestro país y aunque haya leyes como la Ley 32-2007 sobre cuidado de los animales, en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio, las personas sigue apoyando y siendo participes de tal barbarie. La fotografía del perro callejero que hace de protagonista en nuestro afiche, representa el fiel retrato de la imprudencia que aún se practica.

El perro fotografiado que se encuentra sentado sobre la superficie de cemento, presenta heridas, en la que quisimos resaltar con un color rojo tal salvajismo, más que un color rojo que nos representa la sangre, resaltamos la agresividad y crueldad de dichos maltratos, llevando un mensaje más directo al público que deseamos concientizar para no practicar dicho barbarie. Es incomprensible que un ser humano pueda propiciar estos daños a un animal y más un perro viejo que ha sido víctima del abandono de sus dueños. Si notamos es un hecho perceptible del abandono, el perro aun conserva el collar que un día su amo le puso cuando le acompañaba, pero hoy le encontramos sólo y aporreado.

En nuestra fotografía manejamos el trucaje y la fotogenia al utilizar nuestra textura, el rostro de nuestro perro y superponiendo la foto del mismo, haciéndole arreglos y manejando de blanco y negro en la textura, dándole un doble mensaje al receptor, como lo es el mensaje que deseamos crear con la textura guardando una memoria de los perros que han sido víctimas de los abusos del hombre, ya evidenciada anteriormente y el impacto del mensaje que deseamos dar al receptor con la imagen del perro fotografiado. La fotografía maneja una pose que evidencia el maltrato, dándonos a conocer el golpe en su rostro y el abandono en el que se encuentra, la pose que maneja el perro es perfecta ya que nos expone su estado. Sus ojos reflejan el dolor y la tristeza que tiene, su pelo indica la edad que tiene al dejar al descubierto su pelo blanco y espacios de pelo restantes.

En nuestro afiche el texto es fundamental como anclaje de nuestro mensaje al que deseamos direccionar y denotar para su veracidad. El texto es un perfecto mensaje de conciencia y un mensaje educacional para nuestro receptor, al que da un mensaje directo y conciso de lo que deseamos llegar con nuestra campaña ¡No al maltrato animal!